VIDRIO MOLIDO

Era transparente y la luz se reflejaba en su cuerpo. Mientras el sol hería su piel blanca y lanzaba rayitos iridiscentes sobre las vidrieras de los altos edificios, el no podía ver su imagen proyectada. Nadie podía mirarlo a los ojos porque hería la intensidad de su luz. Era como un estanque de aguas tibias en la superficie, pero frío en el fondo. En los días de sol se sentía su presencia y dejaba un halo cálido cuando pasaba levantando airoso la mirada. La lluvia lo volvía gris y casi invisible y en la noche desaparecía sin remedio y su cuerpo se convertía en un montón de vidrio molido pegado con babas.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home