Indalecio Castellanos

Tuesday, December 12, 2006

SORPRENDERSE CON EL PROFUNDO CHICAMOCHA



Aquí en el cañón del Chicamocha, en el oriental departamento de Santander en Colombia, es posible asombrarse con la profunda presencia de la naturaleza y con la magnificencia del espectáculo que brinda esta cadena de montañas que nos hace sentirnos muy cerca de Dios.
El Cañón del Chicamocha es profundo y bello. Es un espinazo gigante regado por las aguas de varios ríos como el Chicamocha, el Suárez y el Fonce.
En la foto de la izquierda al fondo, como perdido en una de las desgarraduras de la montaña, está el pequeño pueblo de Cepitá, al que se llega después de franquear una carretera que es tan enredada que parece una cabuya en el bolsillo. A la izquierda podemos disfrutar de una caida de sol en la tarde imponente de las montañas que circundan el transcurrir del Chicamocha, que se insinúa a lo lejos.
En la carretera que comunica a Bogotá con Bucaramanga, la capital departamental de Santander, está el sitio de Pescadero, desde el cual es posible recrear la vista con las montañas áridas y surcadas por miles de grietas milenarias. Allí hay varios miradores, en los que diligentes habitantes del lugar alquilan binoculares y telescopios para auscultar las montañas sembradas de cactus y tunas recorridas afanosamente por las manadas de ariscas cabras.
En ese lugar recientemente fue inaugurado un Parque Natural que pretende aprovechar la imponente vista desde la parte más alta del Chicamocha y en dónde se construirá próximanente un teleférico.
En medio de este paisaje temerario y único, distintas empresas ofrecen toda clase de actividades deportivas y de aventura.
Yo no conozco el Cañón del Colorado en los Estados Unidos, pero me llama la atención que todo el mundo suele decir que el Chicamocha es igualito. Hay quienes también comparan estos parajes con el cañón de Chihuaha en Méjico.
Venir aquí es sorprenderse con la profunda presencia del cañón entre el que varios ríos se abren paso afanosamente. Instalarse en cualquiera de los miradores a la orilla de la carretera es comparar nuestra asombrada pequeñez y sentirnos que no somos nada puestos al lado de estas desgarradas y bellísimas montañas.
El Chicamocha nos hace sentir la magnífica presencia de la naturaleza.

1 Comments:

Blogger sara juliana said...

hola papi!! mi corazon al ver estas imagenes experimenta una mezcla unica de sentimientos y emociones, me siento muy feliz de compartir lo que te gusta y de compartir de tus mas preciados recuerdos...te amo mucho Sara Juliana

1:25 PM  

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