Indalecio Castellanos

Monday, November 06, 2006

UN CAFE CON LOS FANTASMAS DEL TORTONI



El café Tortoni de Buenos Aires es un lugar mágico y por él han pasado importantes figuras de la cultura mundial como Jorge Luis Borges, Carlos Gardel y Alfonsina Storni, congelados en esas esculturas al lado del ilustre hijo de Cucaita, Indalecio Castellanos.
Edmundo Guiborg había escrito que al estar en el Tortoni se siente que los fantasmas comparten su pocillo, para hablar del carácter de este lugar declarado sitio de interés cultural de la capital argentina.
En la presentación institucional se lee que "fue fundado en el año 1858 y es el más antiguo de Argentina. Entre sus enmaderadas paredes, junto a sus mesas de roble y mármol verde, se sentaron Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Carlos Gardel, Baldonero Fernández Moreno, Luigi Pirandelo, Federico García Lorca y Arturo Rubinstein entre otros artistas, hombres de letras y parlamentarios que traspasaron algo de su personalidad a este tradicional café, inseparable ya de la historia de Buenos Aires".
En este lugar, ubicado en la Avenida de Mayo, muy cerca de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, está el Tortoni, un bellísimo lugar en el que hay que hacer una larga fila para acceder a tomar chocolate con churros, café, una leche merengada o disfrutar de un lomito en pebete, un plato de quesos con aceitunas o simplemente un sandwich.
En el libro de visitantes alguien escribió que este café es "esencia de lo antiguo e increible pedazo de la historia viva de la capital argentina".
Otro escribió un poema que dice :
"Avenida de Mayo 825
un tango de fondo
charlas de café
en este santuario de toda una vida
se juntan Benito, Pichuco y Gardel.
Te acordás hermano
se pregunta Borges
de todas las cosas
que el tiempo ha borrado".
Aparte de Borges, Gardel y Storni, por aquí han pasado Federico García Lorca, Ernesto Sábato, Gabriela Sabattini, Atahualpa Yupanqui, el Rey Juan Carlos y Joan Manuel Serrat.
La exprimera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton estuvo aquí el 16 de octubre de 1997 y escribió "que lujo visitar un pedazo de historia y disfrutar tanto del ambiente, como de la deliciosa comida".
El Tortoni es el paradigma del café porteño fundado por un inmigrante de origen francés y tomó su nombre prestado de un establecimiento de París en el que se reunía la élite de la cultura francesa del siglo 19.
Aquí durante muchos años se emitió en vivo "La venganza será terrible", un programa humorístico y de crítica social, que reunía después de la medianoche a los contertulios alrededor del café o un buen vino, para escuchar las historias divertidas de los hombres de radio.
José Gobello decía que "el turista que llega a Buenos Aires tiene toda la ciudad en el Tortoni, el pasado en las paredes, el presente sentado en las mesas, el futuro en el entusiasmo de la gente que trabaja allí por la cultura".
Como dice la presentación en su página de internet "a esa hora incierta de la tarde cuando los ángeles derraman lo imposible", por siempre estará vivo el espíritu de Gardel, Borges, Storni o Sábato tomando chocolate con churros en El Tortoni, mientras afuera hasta bien entrada la madrugada late de vitalidad y de entusiasmo el centro de Buenos Aires, muy cerca de la Casa Rosada, que refulge en la oscuridad.

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