JUGUETEANDO EN LA CASA DE BOLIVAR EN CARACAS

Más bien nuestro anfitrión en la casa caraqueña, en lugar del versito del corral lleno de vacas, nos recitó una copla popular muy conocida que se refiere al lugar en dónde se concentraba la mayor actividad lúdica del libertador Simón Bolívar.
El versito dice :"El niño Simón Bolívar
tocaba alegre tambor
en un patio de granado
que siempre estaba en flor".
De tal manera que ahora acabamos de descubrir por cuenta de este diligente guía que los jugueteos del niño Simón no fueron en un corral lleno de vacas, sino en un patio lleno de granados en flor de esta bellísima casa de 14 salas y cinco patios, en la que nació el niño Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco.
La casa data del año 1641 y pasó a ser casa de la familia Bolívar desde 1772. Aquí nacieron todos los hijos de la familia Bolívar, en esta vivienda en la que solamente los pisos son originales de la época.
Simón Bolívar nació en la alcoba principal, que es un cuarto especial que servía para guardar los regalos en las fiestas, en dónde eran llevadas las señoras embarazadas y era usada para el velatorio de los difuntos.
Se encuentra esta vivienda a unos 200 metros de la plaza mayor de Caracas y actualmente se encuentra entre calles anchas, empedradas y con acequias suficientes para encauzar el agua en época de fuertes lluvias.
En 1912 se recupera la vivienda ubicada en San Jacinto a Traposos y se convierte en Museo Nacional, carácter que hoy mantiene.
Para los muchachos de colegios que visitan este lugar, la casa es nada más ni nada menos que un laberinto por la cantidad de habitaciones y patios en la que se puede jugar a las escondidas y en la que incluso asustan.
En la vivienda ubicada en el entorno de la plaza mayor en la zona colonial de Caracas, se pueden apreciar las telas y paredes pintadas por Tito Salas, reconocido pintor venezolano, las cuáles registran hechos importantes de la vida del Libertador, piezas de muebles antiguos, enseres y objetos diversos de la época del libertador de los siglos 17, 18 y 19 que fueron donados por la gentes de la ciudad.
En esta casa franqueada por dos ventanas inmensas, un escudo de armas esculpido en piedra y una puerta de madera maciza, se puede evidentemente jugar a las escondidas y es obligatorio tomarse una foto debajo del cedro de más de 300 años en el que Bolívar estudiaba con su maestro Andrés Bello.
La última vez que Simón Bolívar estuvo en esta casa del centro de Caracas fue en 1827, cuando asistió a una cena en su honor y luego regresarían sus despojos mortales que reposaron en una casa vecina que es hoy Museo Bolivariano, en una urna madera y luego fueron llevados al Panteón Nacional, en dónde reposan actualmente.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home